¿Cómo se desarrolla un encargo?
Primero, es necesario leer el texto rápidamente, solamente para saber de qué se trata. También se pueden señalar algunos términos que pueden resultar problemáticos o algunas referencias intertextuales, es decir, dentro del mismo texto, para tenerlas en cuenta a la hora de traducir. Dependiendo de la longitud del texto, esta primera toma de contacto puede ser más o menos profunda.
Después, llega la hora de traducir. Traducir no significa solamente pasar las palabras de un idioma a otro, sino también investigar en internet para asegurarse de elegir el término correcto, consultar dudas lingüísticas que puedan surgir, tener en cuenta y actualizar la terminología ya existente o crear una nueva... En el caso de que sea un encargo de postedición, este paso se obvia, aunque la investigación sigue siendo necesaria.
Cuando se ha terminado de traducir, me gusta leer el texto completo una vez más comparándolo con la lengua origen con el fin de asegurarme de que no se ha olvidado o añadido nada y de que el sentido es el mismo.
Pero esto no es todo. Si el tiempo lo permite, es conveniente dejar reposar el texto meta y leerlo al día siguiente, sin compararlo con el original. Esta última "vuelta" sirve para reconocer errores en el estilo, pulir los últimos detalles y dejar el texto maquetado y listo para enviar.
¿Sabías que una traducción tenía tantos pasos?